Corriente Galvánica

La corriente galvánica, es definida como una corriente continua, que mantiene su intensidad y polaridad constantes en el tiempo. Es caracterizada fundamentalmente porque, al atravesar soluciones electrolíticas, producen una serie de alteraciones físicas y químicas que son el origen de sus efectos fisiológicos y, por lo tanto, base de la mayor parte de sus aplicaciones clínicas y estéticas.

Cuando la corriente es aplicada sobre la superficie corporal, los iones positivos (cationes) y negativos (aniones) que están disueltos en los fluidos corporales son movidos según su polaridad, los aniones siguen en dirección al polo positivo o ánodo, y los cationes al polo negativo o cátodo. Éste es el principio de la iontoforesis.

Una reacción ácida es producida en el electrodo positivo con liberación de oxígeno y una reacción alcalina con liberación de hidrógeno ocurrirá en el electrodo negativo. Se produce la transferencia de líquido del polo positivo para el negativo. Así, el polo negativo atrae líquido promoviendo emoliencia de cicatrices y quelóides, irrigando un área isquemia e hidratando el tejido mientras el ánodo repele los líquidos, actuando como polo de drenante en edemas, disfunciones linfáticas y en áreas hemorrágicas.

Las corrientes galvánicas tienen efectos analgésicos, antinflamatorios y estimulantes de la circulación.

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